Bodas de Sangre, Fotografia: Adyel Amat
Direccion: Johanna Ferran
¡Vivo actuando!, esa es mi realidad. Durante todos
estos años he crecido con el deseo ferviente de ver que las personas tomen en
serio y visualicen mas allá lo que es el arte, valorizándolo tanto que logren
captar su verdadera esencia.
Cuando me trepo al escenario me dan nervios. Tuve un
maestro que me enseno muchísimo y entre todo me dijo que sentir nervios era
importante porque significaba que estaba enfocada en hacer las cosas bien. “El día
que los dejes de sentir, asústate, porque ya te da lo mismo”. Una vez estoy allí,
sube el telón y se prende las luces todo cambia. Comienza la función. La magia
surge y el espectador se envuelve. Ya no están sentados en un teatro, ahora están
en el lugar de la representación y lo mejor de todo es que son cautivados por
el arte. Son las letras, la literatura, la música, la danza, el
circo, la pintura, pero sobre todo el teatro, las cosas que hacen que la vida
valga la pena. Todas ellas logran capturar un instante y plasmarlo de tal forma
que cautive el entendimiento llevándolo así en la memoria para toda la vida,
porque al final, eso es lo único que nos queda: el conocimiento y la memoria.
La Casa de Bernarda Alba
Yo si volviera a nacer, volvería hacer lo mismo sin
pensarlo dos veces.
Dorcas Figueroa
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