Ana Belen en La Casa de Bernarda Alba
Por primera
vez tuve un acercamiento a Ana Belén cuando era muy pequeña. Vi una película española
en la que ella era Adela en el filme de La Casa de Bernarda Alba de Federico García
Lorca por Mario Camus. Para mí fue impresionante porque de todos los personajes
dentro de la pieza Adela no me gustaba, prefería por encima de ella al
personaje de Martirio o a la Poncia. Para mi deleite, esta otra dimensión de
Adela me fascinó y fue entonces que dije: “¿¡Pero y esta actriz quién es!? ¡Que
mirar profundo y sonrisa deslumbrante!” La respuesta inmediata fue Ana Belén.
Quede impresionada y ese nombre daba vueltas en mi cabeza pero a fin de cuentas
era una niña y todo acabó ahí.
Johanna Ferran dirigiendonos foto de Adyel Amat
Comencé a
estudiar teatro con grandes artistas de Puerto Rico y volví a ver una puesta de
La Casa de Bernarda Alba en un montaje de Johanna Ferrán. Desde el primer momento
en el que mi madre me regalo el libro para una navidad, vi la película pero
sobre todas las cosas me estudie a Lorca yo sabía que quería hacer teatro. No
importaba como fuera, pero tenía que subirme a un escenario y tenía que hacer
La Casa de Bernarda Alba. ¡Y así fue! Tenía yo más o menos 15 años cuando por
fin pude hacerla dirigida por Johanna Ferrán. La emoción era tanta que no me cabía
por dentro. Durante los ensayos escuchaba la música que nos acercaba más a
Lorca (eran sus poemas musicalizados), era una música única, una voz
impresionante. No sabía quién era, solo sabía que todos detrás de las patas del
escenario tarareábamos La tarara, Los
cuatro muleros y el Zorongo Gitano. Una noche salimos muy tarde del teatro y
Johanna me llevó a mi casa. No pude
bajarme de su guagua sin preguntar de quien era la voz que sonaba en esa música
que nos dejaba anonadados y que la escuchamos para el trabajo de mesa. Ella se
detuvo y contestó: “Dorcas es Ana Belén.”
Esa fue mi gran sorpresa. Una sonrisa inmediata se formó en mis labios, me despedí y baje de la guagua. No hice más que llegar a
mi casa, salude a todos los que me esperaban despiertos y me encerré en mi cuarto a seguir estudiando
mi personaje. No resistí la tentación y enseguida de terminar (porque hay que
tener disciplina actoral ante todo), encendí la computadora y busque todo sobre
Ana Belén. Esa noche vi cantidad de videos, entrevistas, canciones y en fin, vi
otra puerta hacia el arte que amaba representar sobre un escenario. Un arte con
un conocimiento más extenso y con una verdadera libertad.
Ana Belen en concierto
A partir de
ese momento se abrió otro mundo y el horizonte ya no tenía fin. Las ideas
comenzaron a surgir, comencé a escribir teatro para la comunidad y a dirigir. Hoy
por hoy una mirada intensa y una sonrisa deslumbrante (que vi de muy niña, y hoy
con 19 años) y con muchos cómplices a mi alrededor he aprendido que siempre ser
diferente es lo que vale y al final del camino esos amigos leales siempre estarán
para apoyarte en tus locuras y proyectos. Yo solo tengo una certeza, me moriré haciendo
teatro y dando mi vida por y para el arte.
Presentacion de Cajon de Caoba para quien escribo y dirijo en la parte teatral.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario